Els espanyols s'enamoren de mi
Ya os he comentado el efecto hipnótico que me provocaba el ventanal y si a eso le añadimos que ese día nos levantábamos muuuuuuuuuy temprano para irnos de excursión, ¿qué tenemos? Correcto, ¡¡una foto de las vistas!!! xDDD
Cuando bajamos a recepción, el chico que nos venía a buscar ya nos estaba esperando con su furgoneta. Resulta curioso como las adornan por dentro: flores de plástico, vasos con agua y una tapa de papel de plata, y cosas varias colgadas del retrovisor. Además, las matrículas también estaban decoradas. ¡¡¡Todo un festival del complemento en El Corte Inglés!!! xDD
Después de pasearnos por medio barrio mochilero recogiendo a los que iban a ser nuestros compañeros de excursión, salimos de Bangkok con destino al mercado flotante Damnoen Saduak. Como que estaba bastante lejos de la capital, tardamos muchísimo y cuando llegamos ya estaba todo el mundo.
Nos subieron a una barca con motor, no sin antes pringarnos con repelente de mosquitos. La verdad es que es bastante estresante y no me gustó mucho. Me recordó al año que estuvimos en Rusia y nos llevaron a ver un espectáculo folclórico en Moscú; está todo tan preparado que no mola. Después de llevarnos hasta el 'centro' del pueblo, nos hicieron subir a otra barca, esta vez sin motor, y nos pasearon por las calles-canales para que pudiésemos admirar las tiendas y nos pudiesen taladrar un rato intentándonos vender lo invendible. En general, Tailandia es un país donde la gente es muy pesada; parece ser que su concepción del servicio es 'agobiar' al cliente y os aseguro que en eso tienen un máster.
Así que después de un par de vueltas y mil horas parados al sol dejando pasar a las otras barcas, nos volvieron a llevar al punto de origen. La única ventaja que le encontré es que como estaba sentada delante de todo de la barca pude hacer alguna foto guapa (y no, yo no tengo abuela xD)
Después de la cutre-visita al mercado flotante nos fuimos a comer. Como era de esperar, no comí casi nada. Todo picaba muuuuuuucho y, encima, la bebida nos la tuvimos que comprar en un tenderete fuera del 'restaurante' porque ellos no servían bebida, y, encima, no tenían coca-cola, sólo pespsi.
Después de comer, de nuevo a la furgo y nos fuimos hacia Kanchanaburi que es donde está el puente sobre el río Kwai. Lo mejor, otra vez, mis fotos xDDD
y poder atravesarlo silbando la famosa tonada de la película El puente sobre el río Kwai. Famosa debe serlo porque nos cruzamos con un chico que al oírnos se animó y acabó su tramo también silbando.
Al lado del puente, había el museo de la guerra que no visitamos; el tema bélico como que pasábamos bastante. Para hacer tiempo mientras los otros lo visitaban, aprovechamos para cambiar moneda y dar una vuelta por las tiendas. Mirando, me topé con una película pirata de Keanu que, obviamente, compré pero no sin antes montar un espectáculo de los míos que los de la tienda fliparon.
Una vez todos reunidos en el punto de encuentro, la guía nos acompañó a la furgo para volver a Bangkok. En ese momento, volvimos a vivir un momento 'Dios mío, qué vergüenza' cuando unos chicos fueron a sentarse donde habíamos ido Cèlia y yo todo el día y la guía les dijo que no podían sentarse porque estaban reservados para las 'girls', uséase nosotras.
Después de un buen rato de trayecto en el que aproveché para ver un rato El velo pintado que tenía grabado en el Ipod porque soy incapaz de dormir en cualquier medio de transporte, llegamos a Bangkok.
Como cada noche, fuimos a buscar la cena y fue entonces cuando Cèlia pronunció la siguiente sentencia:
Els espanyols s'enamoren de mi.
Creo que todavía ahora me estoy riendo xDD