35 años recordando...

Dicen que recordar es traer a la memoria algo. Una canción, una palabra, un olor, un amanecer, un susurro, una ciudad,… tantas cosas te traen recuerdos que es imposible aislarlos o ignorarlos. Pero, ¿por qué con el paso del tiempo tendemos a convertirlo en una costumbre?

Imagino que a partir del pasado justificamos un presente y, a veces, incluso, nos la jugamos en un futuro. Con ellos le contamos al mundo porqué somos así. Y aprendemos de ellos. De los buenos pero también de los malos. Por ellos nos arriesgamos. Aunque por ellos también nos entra miedo.

Los hay especiales. Posiblemente, no son los mejores. Ni tampoco los que deberían ser los más importantes pero no se escoge lo que se recuerda. Se hace y ya está. También duelen pero poquito. Echamos en falta la felicidad que tuvimos. Nos arrepentimos de lo que no dijimos. Aunque también nos alegramos de lo que hicimos. Reímos con ellos. Pero también lloramos.

Los recuerdos son todo eso y lo que, seguramente, no recuerdo.