24.8.08

2 minutes - 2 minutes - 2 minutes - 2 minutes o cuando nos la meten doblada

Podríamos decir que el día pintaba bien. Un poco lluvioso pero ya se sabe... si viajas a Tailandia en época de lluvias lo mínimo que te puedes encontrar es... lluvia.

Nos levantamos en ese pedazo de camas, y mientras esperaba que Cèlia se duchara hice alguna foto de las vistas de Bangkok con mi juguete sonando a toda hostia (ECDL powah).


Después de desayunar y pasar por la habitación a recoger cámara, bolsa y mapas ya estábamos listas para el primer día oficial de vacaciones. Y como tal, una lost in translation experience; sabíamos que el hotel ponía a disposición de los clientes un par de barquitas que cruzaban el río. Nosotras teníamos que coger la que nos llevara al Taskin Bridge; no problem, lo preguntamos y listos:

- Morning, Taskin Bridge, please?
- Ne-wan.
- Ok, thanks.


Ne-wan, ne-wan, ¿qué querrá decir con ne-wan? Hostia, ¡¡¡NEXT ONE!!! Conclusión: las frases cuanto más cortas mejor y ¡¡¡mucha imaginación!!!

Una vez en el Taskin Bridge cogimos una barcaza que recorre el río y va haciendo paradas; como un autobús pero flotante (xD). Nos bajamos en Tha Chang y cruzamos un mercado hasta llegar a las puertas del Grand Palace. A partir de aquí, no sé cómo, un tío nos explica que hasta las 2 no se podía visitar el Grand Palace porque no sé quién celebraba ahí no sé qué. Que volviéramos mejor al día siguiente. Total que acabamos con el mapa todo pintado y pim pam pum subidas en un tuk-tuk atravesando Bangkok a toda leche. Destino: Wat Inthara Wihan. Genial, nos la acaban de meter bien doblada.


En el Wat Inthara Wihan un buda de oro inmenso y poco más. Sé que era el primer templo que visitábamos pero enseguida te das cuenta que visto uno, vistos todos.


Después de las fotos de rigor, otra vez al tuk-tuk a seguir experimentando la sensación de pasar a medio centímetro de los coches, motos y demás vehículos motorizados.

La siguiente parada, una oficina de turismo. Dos horas o tres nos pasamos allí, y el tuk-tukero fuera esperando. Estuvimos mirando qué podíamos hacer con los días que teníamos libres. Que eran todos ya que nos fuimos a la aventura, reservando sólo los tres primeros días de hotel y un par de vuelos de avión. Allí pudimos contratar el resto del viaje: tres días de trekking, excursiones, hoteles y trenes. El señor que nos atendió es el ídolo de Cèlia... como manejaba los fosforitos...

Al salir de allí eran pasadas las 2 del mediodía y ya teníamos hambre. Así que le intentamos decir al tuk-tukero que nos llevara de vuelta al Grand Palace; el mercado que habíamos cruzado tenía buena pinta para comer. Y aquí es cuando nos pega el rollo que si vamos a unas cuantas tiendas y damos un par de vueltas (2 minutes) a él le regalan vales para gasolina. Sí, claro, dimos 4 vueltas por tiendas a cuál más horrible antes de ir a comer, ¿lo dudabais? Otra bien dobladita... Lo mejor, la tercera parada. Después de dos ya sabíamos como iban las cosas, cuando el tuk-tuk reduce y das gracias porque esta vez no te matarás es que estamos llegando. Pues bien, el tuk-tukero reduce la marcha justo cuando llegábamos a... una funeraria. Pero no, íbamos al local de al lado... una sastrería. Pero tío, ¿nos has visto? ¿Tenemos pinta de ir comprando esmóquines? Nos partimos el culo. Entramos, el tailandés de turno pegao, y a los pocos segundos que se arranca con un: ¿quieren alguna cosa? Respuesta clara: No. Unos cuantos driblings y para fuera. Ni 2 minutes aguantamos allí dentro xDDD.

Por fin, después de los 2 minutes, 2 minutes, 2 minutes, 2 minutes conseguíamos comer; muy bien, por cierto, y, como no, muy económico. Entre una cosa y otra eran casi las 5. Mala hora para visitar templos. Suelen cerrar de 4.30 a 5. Pero nos la jugamos y nos salió bien. Fuimos a visitar el Wat Pho, un conjunto de templos, el principal de los cuales contiene el buda acostado (45m de largo y 15 de altura). Entramos 5 minutos antes de que cerraran (pero una vez dentro no te echan). Ideal, casi no había gente; I don't like people in my photos.




Y antes de volver al hotel todavía aprovechamos para dar una vuelta con el Skytrain (metro elevado) y acercarnos a Siam Square donde nos encontramos con un montón de centros comerciales y locales muy occidentales (Starbucks, Hard Rock Cafe...)








Aún, al llegar al hotel, otra foto de las vistas. El ventanal de la habitación era hipnótico, no podía evitar hacer fotos y más fotos:


Y, como siempre, antes de ir a dormir ración de tele sin criterio que por algo ¡¡¡estábamos de vacaciones!!!

Que la he liao parda, sabes



Ya lo dicen que cuesta mucho encontrar buenos profesionales xDDD

20.8.08

Ni que fuera Blair Waldorf

Lo habíamos dejado en el aeropuerto de Estambul, dando vueltas arriba y abajo con el objetivo de cubrir las 4 horas que teníamos que invertir sí o sí allí. Si a alguien le interesa le puedo hacer un plano con todas las tiendas, bares y demás que podéis encontrar, baños incluídos, xD.

Cuando anunciaron el vuelo con destino Bangkok nos fuimos para el control de pasaportes, esta vez las niñas Burberry no estaban (ohhh, qué pena) por lo que al parecer nadie nos acusó de colarnos. Y mientras esperábamos, el Frenadol de rigor. Si ya lo sé que para el mareo hay algo que se llama Biodramina pero a mí no me hace nada. El Frenadol como mínimo me atonta; bueno, vale, o eso creo xD.

Después de tropecientas horas de vuelo, no sé, no preguntéis, muchas, llegamos a Bangkok al mediodía del día 9. Fuimos a recoger las maletas y a buscar un taxi que nos llevara al hotel. Habíamos leído en la guía que tuvieramos cuidado y que sobretodo cogieramos un taxi con taxímetro (taxi metter). Total que ya nos veis locas perdidas buscando algún cartel que tuviera pinta de "oficial". En serio, al final te vuelves medio paranoico pensando que todo el mundo te está estafando; una pena, la verdad.

La parada de taxis me pareció muy curiosa, la verdad. Un montón de tailandeses sentados en una mesa plegable de pícnic repartiendo papelitos. Tú les dices a donde vas en inglés y ellos lo apuntan en thai. Ese papel se lo entregas al taxista y listo. Cuando llegas estás tan cansada que te da todo un poco igual. De ahí que ya te parezca bien que te lo den todo hecho. Aunque claro, ese fue el principio de otra situación que también me ha sorprendido: la facilidad con la que me he subido a taxis, furgonetas y demás vehículos sin saber si realmente me iban a llevar a donde les decía o casa de su prima que vende plata chunga a buen precio.

Después de unos 45 minutos llegamos al hotel, al Hilton, chicos. Una habitación de 67m², con unas vistas alucinantes del río, dos estancias, la habitación y la sala de estar, sofá, dos teles planas, dos baños, vestidor, bueno, un lujazo. La familia Hilton sí que saben xD.

Por fuera tenía esta pinta:




Y por dentro ésta:


Ahora, señores preparen el redoble de tambores...

Sala de estar / oficina:


Dormitorio:



Ya os he comentado antes que estábamos reventadas por lo que nos sentamos en el sofá un buen rato y cuando fue más o menos tardecito nos fuimos a dar una vuelta por el barrio chino. Fue lo que se dice un primer contacto con una ciudad que por una cosa o por otra no te deja indiferente aunque seguro que todos coincidimos en calificarla de bastante fea.

Primero tuvimos que coger un barquito que ponía el hotel para cruzar el río. La intención era coger un taxi en el otro lado para que nos llevara hasta el barrio chino pero al final nos pusimos a andar y ya empezamos a sorprendernos. ¿Cómo podía ser que justo al lado de hoteles de lujo como el Hilton o el Sheraton nos encontráramos con un barrio lleno de chatarrerías? Ya os digo que Tailandia en general está llena de contrastes.

Del barrio chino poco que destacar, la verdad. Luces de neón, tenderetes por todos lados y mucho tráfico.



Cansadas de dar vueltas, decidimos coger algo de cena e irnos a la habitación del hotel a sentarnos de nuevo en el sofá y consumir tele a tope. Otra sorpresa fue cómo nos vendieron la cena. ¡En bolsas de plástico! Eran bastante pequeñas por lo que para el arroz te ponían una, para el pollo con salsa de vete tú a saber qué otra y para una especie de tortita-tortilla otra. Y la señora más lista que el hambre, para hacernos entender cuánto le debíamos nos enseñó los billetes. Eso es otra cosa que pillas enseguida, es un país en el que te lo ponen todo fácil.

Después de intentar comerme lo que acabámos de comprar; joder cómo picaba; y tragarnos dos telenovelas que daban en TVE internacional nos fuimos a dormir. Al día siguiente nos tocaba patearnos la ciudad.

19.8.08

No sólo de palomitas vive el hombre

Si mañana cogieras un micrófono, salieras a la calle y le preguntaras a la gente qué es el “cine palomitas” estoy convencida que palabras como “acción”, “efectos especiales”, “tiros” o “explosiones” aparecerían en todas las respuestas. Por definición, eso es el cine palomitas. Un par de horas de acción sin parar en las que el guión o las interpretaciones de los actores poco importan; si consigues tener claro quiénes son los buenos y quiénes los malos ya te puedes dar con un canto (del loco, xD) en los dientes.

El viernes fui a ver una película que a priori podría calificarse de “cine palomitas”; decirle a alguien que vas a ver Batman es lo mismo que decirle que vas a ver La Jungla de Cristal o Arma Letal. Acción, efectos especiales, tiros y explosiones. Y, claro, El Caballero Oscuro de eso también tiene; lástima (nótese la ironía) que al director, Christopher Nolan, le diera por no quedarse ahí y hacer de una película palomitera una gran historia.

Es, según muchos, la mejor película del 2008 pero me da que algo de efecto borreguil hay detrás de todo este revuelo. Una puntuación de 9.1 en la imdb que ha hecho que se coloque en el puesto número 3 de su ránking, al lado de películas como El Padrino o Cadena Perpetua, me parece algo exagerado.

La película es buena, sí pero tampoco hace falta exagerar. Me lo pasé en grande aunque también es verdad que llevaba bastante tiempo sin ir al cine por lo que no sé yo si habré perdido la práctica en eso. El montaje es genial y el ritmo de la historia es el adecuado; aunque más de dos horas puede hacerse pesado prometo que no miré en ningún momento el reloj (que no llevo, xD). Ya os he dicho que me lo pasé genial. La música, de Hans Zimmer, ni comentario requiere, ¿qué no hace Zimmer bien? Por ponerle algún fallo quizás sobraba en algún diálogo por eso de distraerse con ella.

Los actores lo hacen muy bien. A Bale el papel de Bruce Wayne le va que ni pintado, esa cara de serio que me pone; Gary Oldman lo hace incluso mejor que en Batman Begins, y el fiscal Eckhart tiene más de un momento brillante. Aunque, claro, eché de menos a Katie en el papel de Rachel. Mención a parte se merece la actuación del malogrado Heath Ledger. Ese Joker qué miedo da. Bueno, en realidad, no sé si es miedo. Te lo crees y punto. Acojona la hostia el cabrón. Lo que me planteo ahora es si debe ganar el Oscar. Se lo merece muchísimo. Está grandioso. Ahora bien, miedo me da que no salga algún cafre y diga que se lo han dado porque está muerto. Que ya sabemos que cafres hay a montones. Lo que tampoco sería justo es que no se lo dieran por esa misma razón. Ya veremos en marzo como termina el tema aunque apunta a premio.

Por último, os dejo el trailer por si alguien todavía no lo ha visto:



y unas recomendaciones: Si pensáis ir a verla no os conforméis con un cine de esos multisalas en que han aprovechado tanto el espacio que la tele de mi casa es más grande que las pantallas de sus miles de salas. O que han ajustado tanto los gastos que en lugar de una pared han puesto un pladur y no sabes si es que Indiana Jones anda algo despistadillo y viene a buscar el arca perdida a Gotham City. Y si ya puestos tenéis intención de ahorraros lo que vale el cine y pensáis “conseguirla”, esperaros a que a finales de año salga en algún país el DVD que lo que circula por ahí no debe ser muy espectacular.

7.8.08

But he wants it

Aquí y ahora empieza el relato de mis vacaciones: tres semanas por Thailandia. Intentaré ser más constante que el año pasado y no dejaros a medias.

Salimos de Barcelona el dia 8 de julio y llegamos a Bangkok el 9. Pero vamos por partes, como diría el Dr. Robbins (forense del CSI).

Teníamos el vuelo a las 2 del mediodía pero salí de casa a las 9:30 no fuera que me pasara como el día que iba a Málaga que un poco más y pierdo el vuelo por culpa de unas obras por el IKEA.

Como siempre plastificamos la maleta y nos pusimos en la cola para facturar. Una vez arriba, poca cosa, la compra de una agüita para el Frenadol pertinente y una visita al Sr. Roca antes de subir al avión. Ah, sí, también tuvimos que soportar a dos niñas burberry diciendo que nos estábamos colando en la cola de los pasaportes...

Como hicimos la reserva en abril teníamos el que se puede considerar uno de los mejores, si no el mejor, lugar del avión: la salida de emergencia. El asiento de delante a la hostia de distancia y, encima, sólo dos asientos en la fila (sí, sigo haciendo puntos para sacarme un máster en anti-socialidad xD)

Pero, oh, sorpresa, a los 10 minutos aparece un tío (que aprovecho para decir que no valía nada, no sé porqué tantos humos) y le dice a Cèlia: "Este asiento es el mío". Uyyyy, mal empezamos, qué tal si pruebas a decir: hola, buenos días, creo que a mí también me han asignado este asiento. Total que llama a la azafata y le dice que el asiento 9A es el suyo. Y ella, ni corta ni perezosa, coge la tarjeta de embarque de Cèlia, desaparece unos minutos y al volver le dice: "You there" y al chico: "You here" y le entrega la tarjeta con el número original tachado y cambiado por el 28A. Respuesta de Cèlia: "No". Y la otra que repite: "You there". Y Cèlia: "No". Y ella: "But he wants it". Ahhhh, vale, si es así...

Lo flipamos, querían separarnos sólo porque él quería ese asiento. ¿Qué pasa que nosotras no? Estuvimos un buen rato que si patatín que si patatán. Vino otra persona, supongo que la supervisora, y insitían en que se cambiara Cèlia. Imagino que porque era tío y porque había montado un pollo. Claro, no os he dicho que volábamos con la Turkish (sí, me da que ahí algo entienden de machismo) Y como éramos pocos parió la burra; tuvimos que escuchar del tío entre otras lindezas: "Claro, vosotras vais de vacaciones pero yo voy a trabajar y un asiento normal es muy incómodo". Pobrecito, calla que me pongo a llorar; ay, no, lo siento, ahora mismo no me apetece mucho ponerme a llorar, es que me voy de vacaciones xD

Al final no sé cómo (pero supongo que putearon a otro) le consiguieron un sitio en la salida de emergencia del final del avión y se terminó la pataleta del aprendiz a periodista (que es a lo que supusimos se dedicaba).

Unas cuatro horitas de vuelo con destino a Estambul. Nada destacable porque que vomitara en pleno vuelo y pasaran de mi es de lo más normal. Y, después, unas cuantas horas más en el aeropuerto esperando el vuelo con destino a Bangkok. Pasillo para arriba, pasillo para abajo. Tiendas a derecha e izquierda. Visitas al Sr. Roca turco y un cartel curioso en el baño: "Para ahorrar agua, tiren de la cadena dos veces". Alguien me lo explique.

Y por hoy... nada más.


Siento que en esta entrada no haya ni una foto... pero prometo que pondré unas cuantas en las próximas.