6.6.07

Un adiós disfrazado de hasta luego

Post original publicado en si vols ser espia fes-te de la CIA el 3.6.2007

El jueves pasado fue uno de los días más tristes forísticamente hablando. Los que me conocéis sabéis que hace un tiempo que me dedico a hacer subtítulos para una serie: Veronica Mars. Jueves pasado fue la última vez que colgábamos unos subtítulos para esta serie. Los directivos de la CW decidieron no renovarla y el año que viene no habrá más historias de la rubita menuda y toda su troupe.

El cómo llegué a dedicarme a hacer subtítulos casi ni lo recuerdo. Casualidades imagino y la necesidad de hacer alguna cosa. Al final, por diferentes circunstancias, me encontré ‘encargándome’ de ellos, era, como les gustaba llamarme y yo odiaba, "la jefa". A pesar del esfuerzo que ha supuesto sacar adelante los subtítulos semana tras semana, no me arrepiento de haberme ofrecido a ayudar. A riesgo de sonar cursi diré que me ha dado la oportunidad de conocer a dos personas extraordinarias.

Vero (lalalala) es maravillosa. Siempre al pie del cañón. No ha faltado ni un día. Es buena en lo que hace aunque no quiera creérselo cuando se lo decimos. Después de horas compartidas hemos llegado a tener una conexión en un high level. Siempre nos quedarán los momentos ‘voy a por coca’, ‘no me seas madison’ o ‘mi chiquitina’. Recuerdo cuando le tomamos el pelo y se lo tomó súper bien. Admiro la gente que tiene esta capacidad. Es encantadora.

Y jota. Él si que es superdotado y no como otros. Sabe mucho y es muy bueno haciéndolo. He aprendido un montón a su lado. Y me ha aportado mucho a mi ‘vida real’. Como le dije un día “me haces sonreír y, por lo tanto, has conseguido hacerme mejor persona”. El detalle de la noche de los Oscars no lo olvidaré nunca. Aunque también era un experto en desquiciarme. Pero él lo sabía y jugaba a eso.

Desde que supimos que la serie no renovaba, sabíamos que este día tenía que llegar. Éramos conscientes que habría un día en que el poner el último acento o el último punto significaría el final. Era inevitable pero eso no impide que, en ese momento, estuviera down. ¿Quién no ha ido de colonias y, pasados los quince días, en el momento del adiós, se ha pegado un hartón de llorar? Y con los años es peor. Aprendes que todo lo que se dice en la despedida se queda ahí, en la despedida. Que nos escribiremos, que nos seguiremos viendo, sea lo que sea lo que se prometa. Siempre es igual. Y el jueves pasadas las once volvió a pasar. Porqué a pesar de lo que nos dijimos sé que fue un adiós. Reconozco que tampoco haré nada para que no sea así. Siempre he pensado que el día que repartían rareza a mí me dieron el doble.

Y yo estoy depre. Sé que con el tiempo se pasará. Éste es el juego macabro de la vida: maduras pero a cambio te dejas alguna lágrima por el camino.

1 comentario:

Marta dijo...

Y gracias a vosotros he podido seguir la serie enterandome de cada detalle. Echaremos de menos a Veronica :'(