21.9.07

Primera etapa: en tierras norteñas II

Es domingo y no sirven el desayuno hasta las 8:30. ¡Bien, dormiremos más! Ja, ja, somos cinco en la habitación y nos tenemos que duchar 3. Vale, pues nada, ¿nos levantamos a las 6:30? Qué bonito es madrugar en un país donde no sale el sol apenas. Aunque a esas horas ¿en qué país ha salido ya el sol?

Desayunamos, esta vez, después de la experiencia Heinz, me pedí un continental que incluía zumo, tostadas, mermelada, queso, cereales, yogurt y alguna cosa rara que no llegué a descifrar qué era. Poco agarrada que es una, acabé dejando la cosa rara para los otros, no fuera el caso que me encantara i no lo pudieran saborear.

Otra vez en marcha. Esta vez con destino a York. El día pintaba lluvioso pero de momento parecía que aguantaba. Cogimos un autobús de esos de dos pisos y nos fuimos para allí. Al cabo de una media hora o así empezó a diluviar. Cuando nos bajamos en York caía una buena así que decidimos coger un CitySightseeing Bus que te lleva por lo destacable de la ciudad y así hacernos una idea sobre lo que teníamos que ver imprescindiblemente.


Después del tour, decidimos buscar un lugar donde comer y dejar la visita de la ciudad para después a ver si teníamos más suerte y no nos llovía (tanto). Pero, bueno, suerte la justa. Estuvimos visitando la catedral, las calles de los alrededores, algunos pubs de esos centenarios y las murallas. Ese día hicimos musculitos de tanto abrir y cerrar el paraguas o de ponernos y quitarnos el chubasquero. Ah, claro que no os lo he dicho, yo ese día iba vestida monisisisisima y llevaba unas manoletinas estupendas. Vaya, ideal para un singing in the rain.

Y como cada tarde, nos cogimos el bus de vuelta al hotel, cenamos algo rapidito y nos fuimos para el hotel a descansar.

2 comentarios:

Marta dijo...

Eso me recuerda completamente al ultimo finde pasado en Irlanda, pasado por agua debería añadir.

Como puede vivir la gente sin ver el sol?

txu dijo...

eso mismo digo yo, con lo agradable que es el solecito en invierno